Lúcumo era el lugar ideal para desarrollar el trabajo. Según nos habían dicho, ya estaba en época de florecimiento de las famosas flores de las lomas Amancaes y se iba a observar unas quebradas verdes increíbles acompañados de animales que lo visitaban de la sierra. Al parecer, el tiempo nos hizo mala jugada. Observamos como el impacto del calentamiento global había llegado tan cerca de Lima y había atrasado la temporada. Pero al menos tenían razón sobre la hermosa vista que se observa desde lo alto.
La mañana sábado nos levantó con unos rayos de sol increíbles. Andrea, Rosa y yo acordamos un día antes aprovechar este fin de semana para despedir los últimos días de verano. Arica parecía la playa ideal, El barco del pirata, el restaurante que nos serviría nuestro delicioso ceviche; y la brisa del mar perfecta que nos dejó un buen bronceado.
Un fin de semana largo y no podía creer que todavía no salía de Lima. Eran fiestas patrias y tenía que celebrar. Ninguno de mis amigos podía acompañarme en el viaje tan solo mi amigo fiel: Claudio. Pues nos decidimos por el sur, exactamente Lunahuaná, ya que nos habían hablado del canotaje que se realiza por el río Cañete. Buena experiencia, el clima ideal para un día feriado y sobre todo, buena compañía.
Un rico almuerzo en La Romana celebrando el almuerzo de Kennet justo a puertas de que se acabe el ciclo en la universidad. Terminamos todos satisfechos y con ganas de dormir una siesta. Buena excusa para dejar de lado los exámenes finales de lado y descansar pensando que planes podíamos para las vacaciones.
Maria Caracha y Bianka Alberta son sus nombres. Una recogida de aquella playa en pleno invierno y la otra hija de perros de raza pedigree. ¿Eso importa en la vida canina? Yo creo que no. Son más que hermanas, son las mejores amigas.Comparten la buena vida de perros. Quién como ellas.
lunes, 11 de agosto de 2008
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